Como reconocer una crisis de angustia?

¿Cómo reconocer una crisis de angustia?

Una crisis de angustia comporta la aparición súbita de miedo o incomodidad intensos además de al menos 4 de los siguientes síntomas físicos y psíquicos:

  1. Dolor o molestias torácicos.
  2. Sensación de asfixia.
  3. Mareo, inestabilidad o desmayos.
  4. Miedo a morir.
  5. Miedo a volverse loco o a perder el control.

¿Cómo se puede pasar la angustia?

Cómo superar la angustia: tratamiento

  1. Reconocer y aceptar nuestra ansiedad y no interpretarla como insoportable.
  2. Detectar los pensamientos que nos provocan dicha angustia.
  3. Analizar si es real y objetivo lo que estamos pensando.
  4. Intentar no hacer caso al pensamiento que nos dice que los síntomas son insoportables.

¿Cómo prevenir o reducir la angustia?

Ten en cuenta que los fármacos que pueden prevenir o reducir la angustia están los antidepresivos y las benzodiazepínas, que son ansiolíticos con una actuación más rápida. Sin embargo, es importante saber que los fármacos deben ser recomendados por un especialista, de lo contrario evítalos.

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¿Qué es la angustia?

La angustia es un estado afectivo que hay que conocer bien, ya que puede generar malestar, sufrimiento mental, sensación de sofoco, tristeza, entre otras cosas. Se relaciona con el miedo irracional, la incertidumbre y la desesperación.

¿Cuáles son las mejores formas de psicoterapia para la angustia?

Hay diversas formas de psicoterapias efectivas para la angustia, por ejemplo se pueden mencionar el tratamiento de exposición y la terapia cognitivo-conductual. Con estas terapias podrás aprender a no evitar situaciones por temores imaginarios, a comprender que las preocupaciones son infundadas y a responder con una respiración lenta y controlada.

¿Cuál es la diferencia entre angustia y ansiedad?

También se ha considerado que la angustia tiene un efecto paralizante sobre el individuo, mientras que la ansiedad activa una reacción motora de sobresalto. Sin embargo, en la actualidad, cuando se habla de ansiedad también se tienen en cuenta tanto los síntomas físicos como psicológicos.