Que es mas riesgoso las acciones o los bonos?

¿Qué es más riesgoso las acciones o los bonos?

Las acciones ofrecen una participación en la propiedad de una empresa, mientras que los bonos son similares a los préstamos hechos a una empresa. En general, las acciones se consideran más riesgosas y más volátiles que los bonos.

¿Qué son las acciones y los bonos?

Los bonos son adquiridos por inversores que reciben, además del capital aportado, los intereses correspondientes. Son emitidos por organismos gubernamentales (Estado nacional, provincias o municipios). Las acciones representan una porción del capital de una sociedad.

¿Qué ventajas tienen los bonos?

Los bonos devuelven el monto total del capital invertido, el riesgo puede ser mucho menor que el de las acciones, donde su precio varía en función del valor de mercado (puede superar cualquier límite de rentabilidad o no dejar ninguna, pues la rentabilidad no está asegurada).

¿Es posible comprar bonos en lugar de acciones?

A menos que seas extremadamente intolerante al riesgo o dependas de un flujo constante de ingresos para tus gastos diarios, puede que no tenga sentido que compres bonos en lugar de acciones. El mercado de valores estadounidense históricamente supera a los bonos en el largo plazo.

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¿Cuál es la diferencia entre acciones y bonos?

Antes de nada hay que tener en cuenta que acciones y bonos son dos productos financieros distintos, con definiciones y características diferentes, así que conviene aclarar ambos conceptos. Los bonos son herramientas que utilizan las compañías para financiarse en los mercados de capitales.

¿Dónde cotizan los bonos?

Los bonos pueden cotizar, por ejemplo, en el mercado de renta fija, aunque no tiene por qué ser así en todos los casos. Los bonos también puede representar la deuda de un país, territorio o municipio y ser emitidos por un Estado o una entidad provincial, autonómica o local.

¿Cuál es la rentabilidad de los bonos?

De este modo, los bonos suelen dar una rentabilidad exigua en un en un entorno de tipos de interés bajos -como del que venimos en los últimos años-, dado que a las compañías no les resulta tan sencillo obtener financiación. En sentido contrario, en caso de que el mercado de crédito no fluya, la rentabilidad de los bonos mejora.