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¿Por qué mi hijo se está arrancando el pelo?
Es habitual que muchos niños y niñas comiencen a arrancarse el pelo cuando estudian, como una forma de mantener sus manos ocupadas en algo, de dejar salir su tensión. El acto de arrancarse el cabello les provoca un alivio que les ayuda con sus niveles de estrés.
¿Por qué se le cae el cabello a un niño de 9 años?
Las principales causas de pérdida de cabello en los niños incluyen: efluvio telógeno, tiña del cuero cabelludo, alopecia por tracción, tricotilomanía y alopecia areata. De todas ellas, los efluvios son, con diferencia, la principal causa de caída de pelo en los niños.
¿Qué hacer cuando tu hija se cortan el pelo?
Habla con tu niño y pregúntale por qué se cortó el cabello. Deja que tu niño sepa que no estás en contra de llevarlo a la peluquería y de que él le diga al peluquero cómo quiere su cabello. Dile: «Las tijeras son para cortar papel o materiales para manualidades».
¿Cómo ayudar a tu hijo a juguetear con su pelo?
Algunos niños juguetean con su pelo mientras ven la tele, leen, escriben o hacen los deberes y acaban arrancándoselo. Si es el caso de tu hijo, estate atento en estos momentos y cuando empiece a juguetear con un mechón de pelo repítele que deje de hacerlo: “Alex, vas a hacerte daño. Déjate el mechón y juega mejor con el pico de la manta”.
¿Por qué mi hijo se arranque el pelo?
Pues bien… el que tu hijo se arranque el pelo suele ser un acto muy poco común en a nivel mundial y muchas veces es algo difícil de tratar. Dicho trastorno, conocido como tricotilomanía, suele ser mucho más común en los niños que en los mismos adultos y debes acudir al especialista apenas notes esta de conducta en tu hijo.
¿Por qué los niños arrancan el pelo?
No es demasiado común pero sí preocupante para los padres. Algunos niños con problemas para controlar sus impulsos y el estrés pueden reaccionar arrancándose el pelo. Descubre cómo puedes ayudarle.
¿Por qué los hijos dejan de idolatrar a sus padres?
¿Por qué los hijos dejan de idolatrar a sus padres? Teniendo en cuenta el aspecto meramente cognitivo, los hijos dejan de idolatrar a sus padres puesto que su pensamiento, inicialmente mágico entre los 3 y los 5 años, deviene en uno más realista y crítico. Así, los padres dejamos de ser idealizados y comenzamos a ser de a poco imperfectos.