¿Cómo evitar la gastroenteritis?
Tomar líquidos es esencial para evitar complicaciones, pues los vómitos, la diarrea, el sudor y la falta de apetito pueden hacer que te deshidrates fácilmente durante la gastroenteritis. Bebe a sorbitos infusiones de manzanilla, caldos claros y agua mineral con una pizca de sal y limón.
¿Cuáles son los síntomas de la gastroenteritis?
Los síntomas de la gastroenteritis, se deben a la infección de la superficie de la mucosa, a la invasión microbiana directa del intestino y/o al efecto de las toxinas de los microorganismos sobre las células de la mucosa gastrointestinal o sobre el sistema nervioso central o entérico.
¿Cuál es el tratamiento de las gastroenteritis agudas?
El tratamiento general de las gastroenteritis agudas consiste en mantener el aporte de líquidos y electrolitos para reponer las pérdidas que se producen a nivel del intestino, mediante la toma de suero de rehidratación oral.
¿Cuál es el tratamiento de la gastroenteritis de origen bacteriano?
Por ende, el tratamiento de la gastroenteritis de origen bacteriano, no será el mismo que el de una gastroenteritis causada por el consumo de un determinado medicamento. Aún así, es común que el tratamiento de cualquier tipo de gastroenteritis incluya líquidos y soluciones de rehidratación, probióticos y ciertos medicamentos.
Ciertas bacterias o virus también podrían producir venenos llamados toxinas que pueden irritar el intestino y provocar que produzca exceso de líquido. Esto puede provocar síntomas de gastroenteritis, como diarrea.
¿Cuáles son los alimentos permitidos en una dieta para la gastroenteritis?
Dicho esto, los alimentos permitidos en una dieta para la gastroenteritis son los siguientes: -Carne de pavo o de pollo cocinada al horno o a la plancha, con muy poco aceite -Frutas que sean astringentes como es el caso de la manzana (sin piel) o el plátano Los síntomas de la gastroenteritis suelen remitir en las 24 o 48 horas.
¿Cómo tratar la gastroenteritis aguda?
Dentro del tratamiento de la gastroenteritis aguda, un remedio clásico y barato para ayudar a la rehidratación es el suero casero. La receta para prepararlo es la siguiente: Un litro y medio de agua hervida o embotellada (de esta manera nos aseguramos la ausencia de microorganismos que pudieran ser nocivos para el enfermo). El zumo de un limón.