Tabla de contenido
¿Qué hacer después de un ataque al corazón?
Descanse durante las primeras 4 a 6 semanas.
- Evite levantar objetos pesados.
- Tome de 30 a 60 minutos para descansar en la tarde durante las primeras 4 a 6 semanas.
- Antes de comenzar a hacer ejercicio, su proveedor le hará una prueba de esfuerzo y le recomendará un plan de ejercicio.
Para empezar, es importante cuidarse. Busque ayuda entre quienes lo rodean durante estos momentos. Hable con su médico para obtener un asesoramiento específico o si tiene alguna inquietud. ¿Qué tan pronto puedo volver a mis actividades habituales? Después de un ataque al corazón, querrá volver a su vida normal.
¿Cuánto tiempo puedo volver a conducir después de un ataque cardíaco?
La mayoría de las personas que sufren un ataque cardíaco pueden volver a conducir después de 1 semana. Hable con su médico acerca de las inquietudes o si tiene otras afecciones que puedan impedirle conducir de manera segura.
¿Qué hacer si tengo un ataque cardíaco?
Demasiado colesterol «malo» en la sangre aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca. Si ha tenido un ataque cardíaco, su médico le recetará medicamentos para ayudar a mantener bajo control los niveles de colesterol. También debe seguir una dieta saludable para el corazón y comenzar un programa de ejercicios.
¿Cómo reducir el riesgo de un ataque al corazón?
Perder solo el 10 \% de su peso corporal puede ayudar a reducir su riesgo. Hable con su médico antes de comenzar o reiniciar el ejercicio después de un ataque al corazón. Él puede monitorear su actividad y llevarlo por el buen camino. Siga una dieta saludable para el corazón.
¿Qué hacer después de un ataque cardíaco?
Sufrir un ataque cardíaco es atemorizante, y puede que te preguntes de qué manera afectará tu vida y si sucederá nuevamente. Es muy común sentir miedo, ira, culpa y depresión después de sufrir un ataque cardíaco. Conversar al respecto con el médico, un miembro de la familia o un amigo puede ayudar.
¿Por qué el corazón se detiene?
Sin previo aviso, el corazón se detiene debido a una interrupción eléctrica que provoca un ritmo cardíaco anormal (arritmia). Los ataques cardíacos aumentan el riesgo de sufrir un paro cardíaco repentino, que puede ser mortal si no se recibe tratamiento de inmediato.