Tabla de contenido
¿Cuándo se utilizan diuréticos para tratar la hipertensión?
Los diuréticos se utilizan comúnmente para tratar la presión arterial alta (hipertensión). Disminuyen la presión arterial porque ayudan al cuerpo a eliminar el sodio y el agua por la orina. Sin embargo, algunos diuréticos también pueden hacer que elimines más potasio en la orina.
¿Cuándo se usan los diureticos de asa?
Los diuréticos de asa actúan sobre los riñones aumentando el flujo de orina. Esto ayuda a reducir la cantidad de líquido en el organismo lo cual disminuye la presión arterial.
¿Cuándo se dice que una sustancia es diurético?
Los diuréticos son sustancias que favorecen la expulsión de la orina al incentivar la micción. De esta manera ayudan a reducir la retención de líquidos y a minimizar la hipertensión, por ejemplo.
¿Cuáles son los diuréticos utilizados en el tratamiento de la hipertensión arterial?
Texto completo. En este artículo revisamos los diuréticos utilizados en el tratamiento de la hipertensión arterial (grupo terapéutico C03), los cuales se clasifican en tres grupos: diuréticos del asa o de alto techo (furosemida y torasemida); tiazidas y afines (hidroclorotiazida, clortalidona, indapamida, xipamida, altizida),
¿Cuáles son los riesgos del tratamiento con diuréticos?
–Hipopotasemia. Aunque el riesgo de hipopotasemia es menor en los enfermos con HTA, conviene recordar que es un problema potencial del tratamiento con diuréticos. En los casos en que este riesgo sea especialmente elevado se debe recurrir a los diuréticos ahorradores de K. –Encefalopatía hepática.
¿Cuáles son los efectos secundarios de los diuréticos no ahorradores?
Pueden ocasionar pérdida de potasio, por lo que su uso conjunto con diuréticos no ahorradores debería estar bien supervisado. Los diuréticos tiazídicos y afines pueden aumentar las concentraciones séricas de litio y la intoxicación consiguiente puede aparecer en el plazo de 3-10 días u ocasionalmente al cabo de mucho más tiempo.
¿Qué son los diuréticos y para qué sirven?
Los diuréticos también se utilizan para prevenir, tratar o mejorar los síntomas en personas que tienen: Insuficiencia cardíaca; Insuficiencia hepática; Hinchazón de los tejidos (edema) Ciertos trastornos renales, como cálculos renales