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¿Cómo tratar una piscina de agua salada?
Para empezar, para hacer de cualquier piscina una piscina de agua salada, necesitaremos instalar un clorador salino. Este dispositivo será el encargado de transformar la sal en hipoclorito sódico: un cloro gaseoso que, una vez ha eliminado las impurezas del agua, vuelve a convertirse en sal.
¿Cuándo reponer sal piscina?
Para una piscina recientemente construida o un acabado empastado fresco, se recomienda permitir que la superficie de la piscina se cure por 30 días previos a añadir sal (Cloruro de Sodio = NaCl).
¿Qué cantidad de sal debe tener una piscina?
La concentración de sal adecuada para una piscina con clorador salino debe situarse entre 4 y 7 g/l (gramos por litro). Esto significa que deberemos añadir entre 4 o 5 kilogramos de sal por cada metro cúbico de agua.
¿Qué son las piscinas de agua salada?
Con las piscinas de agua salada, los propietarios están en una batalla constante contra la corrosión tanto en su sistema de agua (bombas, filtros, calentadores, tuberías de metal, etc.) como en el aire interior (sistema de HVAC, acero estructural en el edificio, equipo de cubierta de metal, luces y electrónica en el natatorio).
¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de una piscina de agua salada?
Si estás cansado de tener los ojos y la piel irritada, o de estar comprando cloro cada dos por tres para tu piscina, la piscina de agua salada puede ser la solución, hoy vamos a ver algunas de las ventajas e inconvenientes de un sistema que cada vez emplean más piscinas privadas y públicas.
¿Cuál es el nivel del sal de las piscinas saladas?
También hay que tener claro que el nivel del sal de las piscinas saladas es muy inferior al nivel de sal del agua de mar, concretamente estamos hablando de una décima parte o menos. La sal empleada es cloruro de sodio, es decir, sal común como la que puedes tener en el salero de mesa.
¿Es recomendable bañarse en piscinas de agua de salada?
Para estos pacientes es recomendable bañarse en piscinas de agua de salada mientras dure el tratamiento. Las piscinas de agua salada requieren unos cuidados mucho menos laboriosos. Su mantenimiento es notablemente más sencillo que el de las piscinas tradicionales. Aún así, por supuesto necesitan algunos cuidados.