Como es el juego de un nino con autismo?

¿Cómo es el juego de un niño con autismo?

Los niños pequeños con autismo tienden a tener intereses limitados. Su juego tiende a ser repetitivo y solitario. Ellos pueden usar los juguetes de manera inapropiada, alineando los juguetes, hacer girar las ruedas de los coches. Esto es debido a que en muchas ocasiones hay una falta de juego imaginativo.

¿Qué niveles tiene el autismo?

El trastorno autista de grado 1 es el más profundo, y el que identificamos más habitualmente. El autismo de alto funcionamiento, o de grado 3, es el más ligero. Por lo tanto, el niño puede tener un desarrollo aparentemente normal en muchos aspectos. Estos niños son en los que es más difícil saber cómo detectar autismo.

¿Qué es el juego estereotipado?

-Hablamos de juego estereotipado, cuando el niño en caso de autismo o de síndrome de Asperger (un pseudo autismo) presente características en el juego de forma repetitiva, donde juega con el mismo juguete, permanece en el mismo lugar, reitera sus acciones y no cambia de juego.

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¿Cómo afecta el juego simulado o de ficción a los niños con autismo?

La posible aparición del juego simulado o de ficción dependerá del grado de afectación del niño con TEA, y también dependerá del tiempo utilizado con el niño para enseñarle a jugar y ampliar su acción lúdica, minimizando en la medida de lo posible características repetitivas y restrictivas de juego que identifica a los niños con autismo.

¿Cómo afecta el juego simbólico a los niños con autismo?

Los niños con TEA tienden a no desarrollar el juego de la misma manera que los niños con desarrollo típico, y esto ocurre muy especialmente, en los aspectos simbólicos, es decir, es frecuente encontrar alteraciones en el juego simbólico en los niños con autismo.

¿Por qué los juegos simulados son tan importantes para los niños con TEA?

La aparición de los juegos simulados es el primer signo de que la imaginación está empezando a desarrollarse. En los niños con TEA este proceso es más lento, es una tarea costosa, pero nunca imposible, y en ocasiones son ellos mismos los que nos pueden llegar a sorprender y entonces nos damos cuenta que ha merecido la pena.