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¿Qué pasa si te comes una salsa caducada?
¿Qué pasa con los productos enlatados, salsas, azúcar, granos o pastas? El Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria señala que muchos alimentos caducados pueden ser seguros para comer, pero podrían perder propiedades. las fechas de “uso” NO son sobre seguridad.
¿Qué pasa si comes tomate frito caducado?
Mismo consejo para las salsas, como el tomate frito, aunque hayan caducado hace unos días o una semana. No hay problema, insisten desde la OCU.
¿Qué pasa si como puré de tomate vencida?
La OMS indicó que ingerir alimentos en mal estado puede producir las siguientes enfermedades: diarrea, que en general se debe a la ingestión de carne y huevos crudos o mal cocidos, verduras y frutas mal lavadas y productos lácteos contaminados por norovirus, campylobacter, salmonella no tifoídica y escherichia coli …
¿Es obligatorio llevar una fecha de caducidad para las bebidas alcohólicas?
Eso no quita que se estropeen al cabo del tiempo, pero no tienen obligación de llevar una fecha de caducidad. Concretamente las bebidas alcohólicas algunas sí que se estropean con el paso del tiempo, aunque sean años, por lo que las organizaciones de consumidores venimos defendiendo que deberían llevar fecha de consumo preferente.
¿Cuál es la fecha de caducidad del sal?
Sal de cocina, azúcar, productos de confitería, vinagres o bebidas alcohólicas de más de 10 grados, no presentan siquiera fecha de caducidad. Podemos estar tranquilos, pues, con aquel paquete de sal marina olvidado en el fondo de la despensa durante meses.
¿Por qué no se pueden consumir alimentos antes de la fecha de caducidad?
“Son alimentos microbiológicamente perecederos y pueden causar una intoxicación alimentaria”, explica Victòria Castell, jefa del área de Planificación y Auditoria de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA). “Una vez pasada esta fecha de caducidad no se pueden consumir. Así de claro”, asegura expeditiva esta experta.
¿Cuál es la diferencia entre caducidad y consumo preferente?
Los alimentos pueden tener fecha de caducidad o fecha de consumo preferente. La diferencia es muy clara: si se consumen después de su fecha, los primeros pueden poner en riesgo nuestra salud mientras que los segundos no son peligrosos.