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¿Cómo reducir la acidez en el estómago?
Se sabe que el estómago de una persona estresada segrega más cantidad de ácido y es más propenso a generar úlceras (las llamadas úlceras de estrés). Modificar estos hábitos de conducta contribuye en muchos casos a reducir la acidez de manera que la toma de antiácidos se reserva para ocasiones puntuales o se hace innecesaria».
¿Qué causa la acidez estomacal?
La acidez estomacal usualmente causa un saber amargo en tu boca o una sensación de ácido subiendo hacia tu garganta. Un ataque cardíaco puede causar dolor de estómago, incluyendo náuseas y dolor abdominal general. La acidez estomacal usualmente empieza como un ardor en la parte superior del estómago que sube hacia el pecho.
¿Qué es la acidez gástrica o ardor en el estómago?
La acidez gástrica o ardor en el estómago generalmente es fácil de diagnosticar a partir de sus síntomas. Algunas veces, la acidez gástrica puede confundirse con otro problema estomacal llamado dispepsia. Si el diagnóstico no es claro, entonces lo pueden remitir a un médico llamado gastroenterólogo para que realice pruebas adicionales.
¿Cómo evitar la acidez?
Los vegetales los consumiremos cocidos o al vapor preferentemente, si tenemos crisis de acidez evitaremos los vegetales crudos. Las legumbres, si tenemos acidez, no las consumiremos, pero si no, las podremos consumir muy cocidas. De las frutas evitaremos la piel y si se pueden comer cocidas, mejor (manzanas al horno).
¿Cuáles son los síntomas de la acidez estomacal?
Es un problema común, pero la frecuencia es un factor a tener en cuenta para evitar complicaciones. Una sensación de ardor y/o quemazón en el pecho que puede llegar hasta la boca, la regurgitación de alimentos o de líquidos agrios: todas las personas vivieron alguna vez en carne propia los síntomas de la acidez estomacal.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la acidez estomacal?
Factores de riesgo. Algunas comidas y bebidas pueden desencadenar la acidez estomacal en algunas personas, por ejemplo: Comidas picantes. Cebollas. Productos cítricos. Productos a base de tomate, como el kétchup. Alimentos fritos o grasos. Menta. Chocolate.