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¿Qué es una insuficiencia cardíaca descompensada?
Insuficiencia cardíaca descompensada aguda (de novo o como descom pensación de una insuficiencia cardíaca crónica) con signos y síntomas de insuficiencia cardíaca aguda, que son leves y no cumplen los criterios de shock cardiogénico, edema de pulmón o crisis hipertensiva.
¿Qué hacer si me descompensación?
Llame al 911 o al número local de emergencias, si la persona recobra el conocimiento, pero:
- Experimenta dolor, presión o molestia en el pecho o presenta latidos cardíacos fuertes o irregulares.
- No puede hablar, tiene problemas de visión o no puede mover los brazos o las piernas.
¿Qué hacer cuando se está descompensado?
El tratamiento inicial de un shock descompensado generalmente tiene una combinación de un vasodilatador como la nitroglicerina, un diurético de asa como la furosemida y ventilación con presión positiva no invasiva (NIPPV).
¿Cuáles son los signos y síntomas de la insuficiencia cardíaca?
La insuficiencia cardíaca puede ser constante (crónica) o puede comenzar de manera repentina (aguda). Algunos de los signos y síntomas de la insuficiencia cardíaca pueden ser: Falta de aliento durante una actividad o cuando estás acostado
¿Cómo se manifiesta la insuficiencia cardíaca?
La insuficiencia cardíaca se manifiesta, frecuentemente, de manera progresiva, con episodios periódicos donde aumentan los síntomas, pero en algunos casos puede producirse de forma aguda, es decir, sin antecedentes previos. Cansancio o fatiga, intolerancia al esfuerzo.
¿Qué es la insuficiencia cardíaca grave?
La insuficiencia cardíaca grave ocurre cuando los tratamientos ya no funcionan. Ciertos tratamientos se pueden emplear cuando una persona está esperando (o en lugar de) un trasplante de corazón: En cierto momento, el proveedor decidirá si se justifica seguir tratando la insuficiencia cardíaca agresivamente.
¿Qué enfermedades pueden contribuir a la insuficiencia cardíaca?
Las enfermedades crónicas — como diabetes, VIH, hipertiroidismo, hipotiroidismo o una acumulación de hierro (hemocromatosis) o proteína (amiloidosis) — también pueden contribuir a la insuficiencia cardíaca.