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¿Qué hace el carbohidratos en tu cuerpo?
Los carbohidratos son moléculas de azúcar. Su cuerpo descompone los carbohidratos en glucosa. La glucosa, o azúcar en la sangre, es la principal fuente de energía para las células, tejidos y órganos del cuerpo. La glucosa puede usarse inmediatamente o almacenarse en el hígado y los músculos para su uso posterior.
¿Qué produce el consumo excesivo de carbohidratos?
Estas incluyen obesidad, arteriosclerosis y enfermedad coronaria, hipertensión o presión arterial elevada (que puede llevar a un accidente cerebrovascular), ciertos tipos de cáncer, osteoporosis, caries dentales y pérdida de los dientes, algunas enfermedades hepáticas y renales, diabetes mellitus, alcoholismo y otras.
¿Que se convierte en glucosa?
Los carbohidratos se convierten a glucosa durante la digestión y es absorbida directamente a la sangre. El aumento de glucosa es proporcional a la cantidad de carbos que se consumen.
¿Cómo afectan los carbohidratos a la grasa?
Cuando tenemos muchos carbohidratos disponibles como combustible alternativo a la grasa Cuando la ingesta de carbohidratos es capaz de estimular al páncreas para segregar insulina, ésta provoca que la cerradura LPL en músculos y corazón se cierre (y comiencen a consumir glucosa) y se abra en el tejido adiposo.
¿Cómo reducir la grasa en el cuerpo?
Ajustaos a la cantidad que debéis comer de acuerdo con vuestras necesidades. Pensad que si consumís más carbohidratos de los que vuestro sistema utiliza, el resto quedará almacenado en forma de grasa.
¿Cuál es la diferencia entre carbohidratos totales y gasto energético?
Si los carbohidratos totales son mayores que el total de gasto energético. En ese caso podríamos estar hablando de cifras mucho más altas. No sólo en caso de estar en superávit calórico, sino es superar este sólo con carbohidratos.
¿Cómo afecta la ingesta de carbohidratos a la salud?
Cuando la ingesta de carbohidratos es capaz de estimular al páncreas para segregar insulina, ésta provoca que la cerradura LPL en músculos y corazón se cierre (y comiencen a consumir glucosa) y se abra en el tejido adiposo. Es decir, cuando tenemos la insulina elevada facilitamos que la grasa ingerida se transforme en grasa.