¿Qué es el transporte ferroviario de mercancías?
El transporte ferroviario es un tipo de transporte terrestre, el cual desplaza personas o mercancías a través de vías férreas, generalmente compuestas por dos raíles. Por tanto, hablamos del transporte de mercancías y personas que se realiza en trenes. En este sentido, trenes de pasajeros y de mercancías.
¿Qué tipos de mercancías transportan los trenes?
¿Qué tipo de mercancías transportan los trenes? Los trenes son aptos para el transporte de la inmensa mayoría de mercancías. Es habitual ver trenes cargar mercancías a granel, materias primas sin procesar, minerales, materiales de construcción, productos, coches y otros vehículos.
¿Qué ventajas ofrecía el ferrocarril para el transporte de mercaderías?
Ventajas del transporte ferroviario
- Gran capacidad: permite el transporte de grandes cantidades de mercancías en largos recorridos.
- Los costes de la operación son, por lo general, bastante bajos.
- Flexibilidad: es posible transportar variedades de mercancías.
- Baja siniestralidad.
- Poco contaminante.
¿Cuánto tiempo pueden estar almacenadas las mercancías en un depósito franco?
Las mercancías pueden estar almacenadas en un depósito franco por un tiempo ilimitado (hasta que el operador económica decida el destino de las mismas), sea cual sea su cantidad, tipología, origen y destino, e incluso las restricciones legales de la zona.
¿Qué es un depósito de mercadería?
Este tipo de depósito es entonces un instrumento que permite almacenar mercadería mientras el importador u operador no lo ingrese al país (o a alguna otra nación del espacio comunitario en el caso de la Unión Europea ). En ese intervalo de tiempo no deberá pagar ningún derecho o pasar por un trámite administrativo.
¿Qué es un depósito franco?
Además, dentro de un depósito franco las transacciones comerciales están exentas de IVA. Por ejemplo, el depósito franco que Bilogistik posee en el Puerto de Bilbao está preparado para albergar cualquier tipo de mercancía.
¿Cuándo se creó el primer depósito franco?
En España, el primer depósito franco se creó en 1914 en Cádiz, según cuenta Joseba Lebrancón Nieto en Los Depósitos Francos en España, 1914-1930. Por entonces las mercancías extranjeras podían ser introducidas libres de arancel, pero sólo podían ser almacenadas un máximo de cuatro años.