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¿Cómo saber si tienes mala circulación?
Los signos más frecuentes son:
- ARAÑAS VASCULARES.
- VARICES Y PIERNAS MUY HINCHADAS.
- SENSACIÓN DE HORMIGUEO Y CALAMBRES.
- ENGROSAMIENTO Y CAMBIO DE COLOR DE LAS UÑAS DE LOS PIES.
- ALTERACIONES EN EL COLOR DE LA PIEL.
- AGOTAMIENTO Y FALTA DE RAPIDEZ EN LOS MOVIMIENTOS.
- CAMBIOS DE TEMPERATURA.
- PIEL MUY SECA, DURA Y ACARTONADA.
¿Cuáles son los síntomas de una mala circulación sanguínea?
Aunque son los más propensos a sufrir una mala circulación sanguínea, otros factores pueden causarla a cualquiera de nosotros, por eso es importante conocer sus síntomas. Un primer síntoma que nos hará pensar que tenemos una mala circulación es la cianosis, que es cuando percibimos un tono azulado en nuestra piel.
¿Cómo prevenir la mala circulación?
Recuerda, los hábitos coherentes y sanos ayudarán a prevenir tanto la mala circulación como problemas más graves, como: infartos, varices, coágulos, trombos e, incluso, un ictus. Te podría interesar… Mejorar la circulación en brazos y piernas ayuda a las células de las extremidades a obtener oxigeno.
¿Cuáles son las señales de mala circulación?
Por ello, cuando se produce de forma pesada, acompañado de: dolor abdominal, diarrea, constipación, calambres, deposiciones sanguinolentas, puede que esta sea una señal de mala circulación. 5. Defensas bajas Este es otro aspecto que, aunque no suele asociarse a la mala circulación, se debe tener en cuenta.
¿Cómo afecta la mala circulación a las extremidades?
Cuando hay una mala circulación, las extremidades son las últimas en recibir el aporte de oxígeno y nutrientes que brinda la sangre. Al no llegar la sangre en la misma cantidad, el organismo intenta compensar el fallo mediante la acumulación de líquidos, también conocida como ‘edema’. El edema produce, a su vez, cianosis.