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¿Qué tipo de tumor es la leucemia?
La leucemia es un cáncer de las células primitivas productoras de sangre. Con mayor frecuencia, la leucemia es un cáncer de los glóbulos blancos, pero algunas leucemias comienzan en otros tipos de células sanguíneas.
¿Qué virus provoca la leucemia?
El virus de la leucemia humana de células T de tipo 1 se contagia por compartir jeringas o agujas, por transfusiones de sangre o por contacto sexual, y de madre a hijo en el momento del nacimiento o durante la lactancia materna. También se llama virus linfotrópico humano de células T de tipo 1 y VLHT-1.
¿Por qué viene la leucemia?
En general, se cree que la leucemia aparece cuando algunas células sanguíneas adquieren cambios (mutaciones) en el material genético o ADN. El ADN de una célula contiene instrucciones que le dicen lo que debe hacer.
¿Dónde se origina la leucemia?
La leucemia es un tipo de cáncer de la sangre que comienza en la médula ósea, el tejido blando que se encuentra en el centro de los huesos, donde se forman las células sanguíneas.
¿Cuáles son las causas de la leucemia?
¿Cuáles son las causas de la leucemia? Normalmente no se puede establecer una causa concreta para la leucemia. Sin embargo, sí existen una serie de factores de riesgo que pueden considerarse causas:
¿Cómo se diagnostica la leucemia?
El diagnóstico de la Leucemia se puede componer en tres fases, que se realizan en cuanto comienzan los síntomas: En primer lugar se realiza la exploración física, en la cual el médico valorará la palidez de la piel, la inflamación de los ganglios o el volumen del bazo y el hígado.
¿Cómo se cura la leucemia crónica?
Por otro lado, la leucemia crónica no puede curarse totalmente, si no que va progresando lentamente y puede tratarse para frenar su avance. El pronóstico en esta enfermedad es peor en pacientes que están muy anémicos, y en muchos casos la única posibilidad de supervivencia es un trasplante de médula ósea.
¿Cuáles son los síntomas de la leucemia linfocítica?
Leucemia linfocítica crónica: también se presenta con debilidad, cansancio, pérdida de peso, fiebre o sudores nocturnos, a lo que se suma un agrandamiento de los ganglios linfáticos y dolor abdominal. Además, otros síntomas comprenden: Dolor en los huesos, por la multiplicación de las células leucémicas en el sistema óseo.