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¿Que estimula la masticación?
La masticación es una función innata que desarrollamos durante toda la vida, es importante para triturar los alimentos, para ayudarnos en la digestión y en la absorción de nutrientes. Además nos ayuda en el desarrollo de las estructuras orofaciales (lengua, labios, mejillas, dientes…), implicadas también en el habla.
¿Cómo mejorar la deglución en niños?
Se trata de entrenar con una jeringuilla. Tan solo tienes que colocarla en la boca del niño y pedirle que succione su interior con fuerza. Se pueden utilizar jeringas de diferentes tamaños (20, 10 y 5ml), así como distintos líquidos (agua, zumo, leche con chocolate). También se puede hacer con el propio aire.
¿Cómo trabajar la masticación?
Movimientos semicirculares con maxilar inferior. Apoyar el mentón sobre la mesa, abrir la boca lentamente forzando el desplazamiento de la cabeza hacia atrás sin utilizar la musculatura del cuello. Sostener con los dientes y muelas elementos de diferente grosor apretándolos suave y firmemente de forma alterna.
¿Por qué los niños tienen problemas de masticación?
Si estos procesos se bloquean en niveles blandos en cuanto a su textura, pueden generarse problemas de masticación debido a que el niño no ha podido practicar las fases necesarias para su adquisición. Otro ejemplo es la importancia de comer, al menos en alguna de las comidas del día, junto a nuestros niños.
¿Cuáles son las consecuencias de la falta de masticación?
Todo ello, retarda el proceso de la masticación y puede derivar en problemas de la musculatura y huesos de la cara, babeo excesivo, dificultades en el habla,…
¿Por qué es importante la masticación?
La masticación es una función innata que desarrollamos durante toda la vida, es importante para triturar los alimentos, para ayudarnos en la digestión y en la absorción de nutrientes. Además nos ayuda en el desarrollo de las estructuras orofaciales (lengua, labios, mejillas, dientes…), implicadas también en el habla.
¿Cómo aprenden los padres a masticar?
Pero también aprenden a masticar a través de los alimentos que les damos y de la observación de los adultos que les rodean. Por ello es importante que los padres seamos conscientes de este hecho.