Tabla de contenido
¿Qué es teratoma Sacrococcigeo?
El teratoma sacrococcígeo (TSC) es un tumor que se desarrolla antes del nacimiento y crece en el coxis (o “hueso dulce”) del bebé. Es el tumor más común que tienen los recién nacidos. Por lo general, está cubierto de piel, pero puede cubrirlo un tejido delgado y transparente llamado membrana.
¿Cuándo restos de esta estructura persisten dan lugar a un tumor denominado teratoma Sacrococcigeo a qué estructura nos referimos?
El teratoma sacrococcígeo es un tumor ubicado en la base del cóccix.
¿Dónde se encuentran los teratomas?
El teratoma es un tumor de origen embrionario formado por varios tipos celulares. Normalmente aparecen en los ovarios de la mujer, aunque también es posible encontrarlos en varones o niños en los testículos o localizaciones diversas.
¿Por qué se crea un teratoma?
En el hombre, los teratomas que se originan de los gametos ocurren en el testículo, y en la mujer, en los ovarios. En tanto, los que se generan a partir de las células embrionarias, generalmente, se ubican en la línea media del cuerpo. Pueden estar en el cerebro, nariz, lengua y cuello, entre otros lugares.
¿Cómo se sabe si un teratoma es maligno?
Este tipo de tumor tiene un aspecto sólido, a veces necrosado, y está compuesto de tejidos embrionarios inmaduros tales como tejido conectivo (el que dará lugar al cartílago o hueso), vías respiratorias y cerebro. Aún siendo pequeño, si se compone de tejidos inmaduros se debe considerar maligno.
¿Qué puede contener un teratoma?
Se ha informado de teratomas que contienen pelo, dientes, hueso, y muy raramente órganos más complejos como el corazón, torso, manos, pies, y otros miembros. Normalmente, un teratoma no contendrá órganos, sino uno o más tejidos que normalmente se encuentran en el cerebro, la tiroides, el hígado y los pulmones.
¿Qué pasa si no me opero un teratoma?
“El no someterse al procedimiento quirúrgico puede provocar el compromiso al tejido ovárico, comprometiendo la fertilidad, torsión con compromiso de la trompa y los ovarios o, no detectar un posible teratoma maligno”, advierte.