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¿Por qué hay que purgar los radiadores?
El purgado de los radiadores es una técnica muy sencilla y de total importancia para el buen funcionamiento del sistema de calefacción, a través del purgado, el aire acumulado en el interior del radiador es eliminado, permitiendo que la calefacción funcione con total rendimiento y que ahorres en la factura de gas.
¿Cuándo se purgan los radiadores de la calefacción?
Los meses óptimos para purgar los radiadores son los de septiembre y octubre, justo antes de que comience la temporada fuerte de calefacción.
¿Cómo se purgan los radiadores con la calefacción puesta o quitada?
Enciende la calefacción y pasa la mano por la parte superior del radiador: si esta parte superior del radiador está más fría que la parte inferior, esto significa que tiene aire (recuerda que el aire tiende a subir). El purgado se realiza con la caldera apagada y los radiadores fríos.
¿Cómo saber si es necesario purgar un radiador?
Para saber si es necesario realizar este purgado, un síntoma clave, es que oigas ruidos extraños en el sistema, como gorgoteos. No obstante, la forma más clara de “sentirlo” es si al tocar el radiador, la parte superior está más fría que la inferior, ya que el aire tiende a subir.
¿Qué es el detentor de un radiador?
En la parte inferior del radiador tenemos otra llave, en este caso de salida de agua del circuito, el “detentor”. Se identifica porque lleva una tapa de metal o plástico que esconde un tornillo Allen, para abrir o cerrar el paso de agua.
¿Qué hacer si los radiadores no calientan?
Una vez terminado el purgado de todos los radiadores, no olvides revisar la presión del agua de la caldera, generalmente debe estar entre 1 – 1,5 bares (el manómetro suele estar en la parte inferior de la caldera, y suele tener una zona verde, que es dónde debe colocarse la aguja). ¿Qué puedo hacer si los radiadores no calientan?
¿Cómo limpiar los radiadores automáticos?
En los automáticos no debemos hacer nada, el aire se expulsa por sí mismo. Sin embargo, en los purgadores manuales debemos ser nosotros mismos los que realicemos el proceso. Como consejo general, los radiadores deberían purgarse siempre antes del inicio de la época de calefacción, al comienzo del otoño.