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¿Cómo se llama el que custodia el dinero?
Un depositante es la persona que, tras solicitar un depósito a una entidad bancaria, entrega una cuantía de dinero, fija o periódica, que es depositada por el depositario en un depósito custodiado por este. Un depositante, por tanto, es la persona que realiza un depósito a un depositario.
¿Cómo funciona la cuenta comitente?
Cuando abrimos una Cuenta Comitente, estamos dando una autorización a un Banco Comercial, Agente y/o Sociedad de Bolsa a operar en el mercado por cuenta y orden nuestra. Podemos decir que es el “lugar” donde se efectúan todos las transferencias y/o depósitos relacionados con nuestras inversiones.
¿Qué es una cuenta sin custodia?
Se trata de una cuenta de valores donde no se cobra comisión de custodia por los títulos depositados en ella, aunque no realices ninguna operación periódicamente. Además tampoco pagarás comisiones por otros conceptos como mantenimiento o cobro de dividendos.
¿Qué es una cuenta custodia?
Esta cuenta es lo que se llama “Cuenta Custodia”. De esta manera, logramos acceder a una amplia gama de mercados financieros y nuestras oportunidades de inversión se multiplican. De hecho, nos abre el juego a todas las opciones que el banco ofrece a sus grandes inversionistas, y eso es muy interesante.
¿Qué son los gastos de custodia?
Los gastos de custodia, o comisión de custodia, son aquellos gastos que se generan por el mantenimiento de ciertos activos financieros en los mercados de valores o financieros, como por ejemplo acciones de empresas o letras del tesoro del Estado.
¿Cuáles son las comisiones de custodia?
Es decir, cuanto mayor será la inversión en acciones o en letras del tesoro mayores serán las comisiones de custodia. No existe una cantidad establecida para dichos gastos: cada entidad financiera puede cobrar una comisión distinta en función del tipo de producto o de otras circunstancias que considere oportunas.
¿Cuándo se cobran los gastos de custodia y administración de valores?
Habitualmente se cobran mensualmente, trimestralmente o anualmente, aunque se puede aplicar cualquier otro tipo de periodicidad. Los gastos se empiezan a devengar desde el día en el que se firma el contrato de custodia y administración de valores, es decir, desde el día en el que se adquieren las acciones.