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¿Cómo sabemos que el Espíritu Santo vive en nosotros?
¿Dónde vive ahora el Espíritu Santo? Al Espíritu Santo no podemos verlo con los ojos del cuerpo, pero su presencia se siente muy viva en el corazón, si le dejamos espacio y ponemos atención para escuchar su voz, tan imperceptible como la gracia que constantemente comunica.
¿Qué es el Espíritu Santo en nuestras vidas?
El Espíritu Santo testifica de la verdad. Él es la fuente del testimonio y de la revelación personal. Puede guiarnos para tomar decisiones y nos protege del peligro físico y espiritual. Se le conoce como el Consolador, y puede calmar nuestros temores y llenarnos de esperanza.
¿Qué debo hacer para que el Espíritu Santo habita en mí?
1 Juan 1:8 dice: «Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros». Si quieres sentir la presencia de Dios (el Espíritu Santo) en tu vida, deberás admitir esos pecados a Dios, pedir su perdón y arrepentirte o comprometerte a hacerlo mejor en el futuro.
¿Cómo guía el Espíritu Santo nuestras vidas?
La guía del Espíritu Santo está al alcance de todos los miembros dignos de la Iglesia. “A quien se bautice en mi nombre, el Padre dará el Espíritu Santo” (2 Nefi 31:12). “Dios confiere [el Espíritu Santo] a los que lo aman y se purifican ante él” (D.
¿Qué es el Espíritu Santo y por qué es tan importante?
El Espíritu Santo nos reconforta y anima. Uno de las descripciones principales que Jesús utilizó para referirse al Espíritu Santo fue la palabra Consolador (Juan 14:16; 15:26). Una forma en la que Jesucristo nos consuela a través del Espíritu Santo es dándonos su paz única.
¿Qué es el Espíritusanto y para qué sirve?
El Espíritu Santo no nos controla directamente, pero sigue siendo un espíritu de gran poder. “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7). Nos da la fuerza y el conocimiento para hacer los cambios necesarios en nuestro interior.
¿Cuáles son los frutos del Espíritu?
Pablo enumera otros frutos importantes del Espíritu en Gálatas 5:22-23: “Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio. Contra tales cosas no hay ley”. El “fruto del Espíritu” se refiere a las características que desarrollamos al ejercitar el Espíritu de Dios en nuestra vida.