Como ensenar a los ninos a decir no?

¿Cómo enseñar a los niños a decir no?

Decir NO a un niño de manera tranquila y firme y que sepa aceptarlo, también le ayudará a aprender a decirlo él. Es importante marcar límites claros, sin contradicciones. Por otro lado, que aprendan a esperar y a gestionar la frustración les enseñará a saber decirse «no» a sí mismos cuando haga falta.

¿Cómo educar sin él no?

¿Cómo educar sin decir “no”?

  1. Identificar qué conductas requieren un “no” firme y rotundo y cuáles permiten utilizar otro tipo de estrategias.
  2. Compartir de antemano con el niño las normas que vamos a aplicar.
  3. Exponer las consecuencias naturales de cada conducta.
  4. Posponer la acción.
  5. Redirigir la conducta.

¿Por qué debemos decir “no” a nuestros hijos?

Decir “NO” a nuestros hijos es muy beneficiosos para ellos, les estamos ayudando a sentirse mucho más felices y seguros. Aunque resulte difícil de creer, un niño con límites claros y bien definidos es mucho más feliz que un niño que no sabe a qué atenerse y tiraniza a sus familiares para conseguir aquello que quiere.

LEA TAMBIÉN:   Como publicar varias fotos en Instagram 2021?

¿Por qué los niños no aceptan los “noes”?

Como todos sabemos, a ningún niño le gusta que sus padres le diga “NO”, por lo que al principio los niños no suelen aceptar los “NOES” gustosamente y hacen todo lo que está en sus manos para que sus progenitores terminen cediendo y cambiando el “NO” por un “SÍ”: gritan, lloran pegan, tiran cosas, insultan, etc.

¿Cómo podemos ayudar a los niños a entender las normas?

Así los niños entenderán y comprenderán mejor el sentido de las normas que ponemos, serán más responsables para conocer que los actos tienen consecuencias, actuarán de forma más autónoma, tendrá una mejor autoestima, habrá más armonía en casa, mejorarán sus habilidades y descubrirán sus capacidades evitando berrinches, rabietas, gritos y enfados.

¿Cómo decir “no” a tu hijo o hija?

– Tener claro el objetivo: Cada vez que decimos a nuestro hijo o hija “NO” es porque consideramos que es lo mejor para ellos. Si tenemos claro que nuestro único objetivo es ayudarles, aunque a corto plazo no lo parezca, nos resultará más fácil decir “NO”.