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¿Que detecta una tomografía de cuello?
La tomografía del cuello permite detectar signos de enfermedades en la garganta y las zonas circundantes. Es posible que los médicos soliciten una tomografía computada para buscar signos de infección (como un absceso), una malformación de nacimiento, quistes o tumores.
¿Qué es una tomografía en el cuello?
Un TAC de cuello es una técnica totalmente indolora. La evaluación se realiza mediante una máquina de rayos X, que tiene forma de anillo. Este aparato rodea el cuello y toma imágenes, ofreciendo al especialista una visualización de los tejidos blandos y los órganos del cuello, incluyendo los músculos.
¿Cómo se toma la radiografía para ver los tejidos blandos del cuello?
Cuando se toma una radiografía para ver los tejidos blandos del cuello, se suele tomar una imagen desde el costado (lateral). Es posible que también se tome una imagen de frente (vista anteroposterior).
¿Por qué se realiza una tomografía del cuello?
¿Por qué se realiza? Una tomografía del cuello facilita al especialista detectar posibles signos de patologías en la garganta y zonas próximas a ella. Los médicos pueden utilizar un TAC de cuello para localizar síntomas de infección (como un absceso), quistes, una malformación de nacimiento o tumores.
¿Qué son las radiografías de cuello?
Las radiografías de cuello se usan para diagnosticar problemas con los tejidos blandos del cuello. Por ejemplo, los síntomas como estridor (respirar ruidosamente), tos seca y ronquera pueden deberse a la inflamación de diferentes partes de la vía aérea o cerca de ella.
¿Cuáles son los diferentes tipos de tomografía?
Actualmente es habitual realizar una Tomografía Computadorizada de Alta Resolución (TCAR) o una Tomografía Computadorizada de Haz Cónico (TCHC). Otra alternativa puede ser una Resonancia Magnética, aunque dependerá de la situación de cada paciente o la claridad de las imágenes ofrecidas.