Tabla de contenido
¿Cuándo aparecieron los lentes de contacto?
Los primeros logros aparecieron a finales del siglo xix, Fick (Zurich, 1888) fabricó una prótesis, a la que llamó «cristal de contacto», y que utilizó para corre- gir irregularidades corneales, colocándolas sobre córnea y esclera.
¿Cuál es el origen del ojo?
El origen y evolución del ojo se genera a partir de una mancha sensible a la luz compuesta de fotorreceptores. Estos transformar la energía óptica de la luz en energía eléctrica, este proceso se llama transducción.
¿Qué país fue el primero en reconocer la optometría como profesión?
Es así que la optometría tiene una gran deuda con los primitivos científicos de la física. Las primeras lentes convergentes con fines clínicos aparecen a finales del siglo XIII en el norte de Italia.
¿Cuál es el origen de las lentes de contacto?
En el desarrollo de las lentes de contacto, supuso un avance extraordinario el descubrimiento de los nuevos polímeros plásticos transparentes, en particular del polimetil metacrilato (PMMA), a finales de la década de 1930.
¿Por qué es importante el uso de lentes de contacto desechables?
El uso de lentes de contacto desechables ha significado un paso de gigante en beneficio de la Salud Visual, ya que siempre que estén bien adaptadas mejoran la comodidad, permiten un horario de uso más alto y evitan problemas relacionados con el envejecimiento de las lentes blandas no desechables.
¿Quiénes son los inversores de los lentes de contacto?
Dos inversores, que eran también abogados de patentes, Martin Pollack y Jerome Feldman, propietarios de la empresa National Patent Development Corp. (NPD), y que no conocían nada sobre lentes de contacto, se dieron cuenta del potencial de este producto y le compraron a Morrison los derechos sobre el mismo por un millón de dólares.
¿Quién inventó las lentes de contacto de cristal?
Podrás conocer los primeros bocetos de Leonardo da Vinci, las primeras lentes de contacto de cristal comercializadas en 1927, quien inventó las famosas « lentillas rígidas » y «las lentillas blandas «, así como la cantidad enorme de dinero que pagaron (en su época) los más prestigiosos laboratorios por conseguir sus patentes.