¿Cómo ve una persona con retinitis pigmentosa?
Disminución de la visión nocturna o cuando hay poca luz. Las primeras señales pueden incluir tener más dificultades para moverse en la oscuridad. Pérdida de la visión lateral (periférica), que causa «estrechamiento concéntrico del campo visual». Pérdida de la visión central (en casos avanzados).
¿Cuántos tipos de retinosis pigmentaria hay?
Podemos diferenciar cuatro tipos de retinosis pigmentaria:
- Patrón Autosómico Dominante (ADRP): la enfermedad la tiene uno de sus padres y alguno de sus hijos.
- Patrón Autosómico Recesivo (ARRP): la enfermedad el padre no la tiene pero la puede trasmitir genéticamente al hijo y es él quien sufre esta patología.
¿Qué es la miopía magna?
Se considera miopía magna (también conocida como miopía patológica o miopía degenerativa) cuando se superan las 6 dioptrías. En la miopía magna existe un alargamiento excesivo del globo ocular que da lugar a una elongación o estiramiento anómalo de todas las estructuras, incluida la retina que puede quedar adelgazada.
¿Qué tipos de ceguera hay?
Ceguera y pérdida de la visión
- La ceguera parcial significa que usted tiene una visión muy limitada.
- La ceguera completa significa que usted no puede ver nada y no ve la luz. (La mayoría de las personas que emplean el término «ceguera» quieren decir ceguera completa).
¿Cómo prevenir la retinosis pigmentaria?
¿Cómo se puede prevenir? Dado que la retinosis pigmentaria tiene un origen genético, no se puede evitar su aparición. Sin embargo, un diagnóstico precoz permitirá que el paciente y el especialista se anticipen a la enfermedad, realizando un buen seguimiento, para controlar posibles problemas oftalmológicos asociados.
¿Cuándo aparece la retinosis?
Esta enfermedad puede aparecer entre los 25 y 40 años de edad. Aunque también puede ocurrir que la retinosis aparezca en personas con menos de 20 años, aunque es raro que se manifieste antes de la adolescencia.
¿Qué es la enfermedad de la retina?
Se trata de una enfermedad que daña de forma progresiva la retina (capa más interna del ojo), produciendo la pérdida o “muerte celular programada” de sus células fotorreceptoras. Estas son las encargadas de convertir los estímulos luminosos que entran en el ojo en señales nerviosas o eléctricas que se transmiten al cerebro.